Lunares: el clásico que no pide permiso (y tampoco se va)
¡Atención! Si pensabas que los lunares eran cosa de niños o un capricho de temporada… bueno, París ya habló. Y cuando París habla, no se discute. El Polka Dot volvió, aunque en realidad… ¿alguna vez se fue?
Si tenés algo con lunares guardado en el placard, este verano es el momento de sacarlo a pasear. Porque cuando el estilo se impone con un clásico atemporal, no hay tendencia que lo opaque.
En Catarsi, que amamos lo vintage y las historias que se llevan en cada bolso, sabemos que el lunar no es una moda pasajera. Es estilo con memoria, diseño que se planta.
Y sin spoilear demasiado… estoy trabajando en una idea llena de circulitos que me tiene bastante emocionada y ansiosa ...
¿Por qué el lunar siempre gana?
Porque tiene esa cosa que no se puede explicar del todo: es coqueto, elegante, audaz… todo al mismo tiempo. No grita, no compite. Se planta. Y eso, en moda, es poder.
Sarah Jessica Parker los usaba en la pelicula Sex and the City mucho antes de que volvieran a estar en boca de todos. Porque el lunar no espera que lo validen: aparece cuando quiere, y siempre tiene razón.
Este verano, lunares con carácter
Nada de lunares tímidos. Esta temporada se llevan grandes, visibles, con personalidad. En blanco y negro, sí, pero también con toques vibrantes. Porque ser sofisticada no tiene por qué ser complicado.
Cómo llevar lunares sin pensarlo demasiado
Acá va el manual express para que el Polka Dot se integre a tu estilo sin esfuerzo:
👗 En ropa
Un vestido midi con lunares que se mueven con vos. Una blusa de seda que te da ese aire vintage sin que tengas que explicar nada. El lunar hace el trabajo solo.
👜 En accesorios
Zapatos con lunares que levantan cualquier outfit. Un pañuelo que transforma. Un par de zapatillas que te da ese toque urbano chic.
Y la cartera… ay, la cartera. Si es de Catarsi y tiene historia, mejor. Porque el lunar no solo se ve: se cuenta.
💡 Tips para que no parezca disfraz
- Contraste inteligente: mezclá lunares con otro print fuerte, pero que hablen el mismo idioma de color.
- Una sola pieza protagonista: si el lunar es grande, que sea el centro. Lo demás, acompaña.
- Color sólido que levanta: blanco y negro + un accesorio vibrante = magia. Un labial rojo, un cinturón, un aro. No hace falta más.
El lunar no necesita permiso
Elegir lunares es entender que la moda también es estrategia. Y vos, que sabés jugarla, elegís el patrón más inteligente. El que no necesita validación. El que siempre vuelve. Porque nunca se fue.
Gracias por leer hasta acá.
Por dejarte llevar por esta trama de lunares, estilo y memoria.
Decime… después de esto, ¿no vas corriendo a buscar esa pieza llena de lunares que tenés olvidada en el placard?🙈
¡Nos leemos pronto!
Adri.💕